¿Creíais que ya no se podían hacer fotos en la Alerta Procesionaria porque las orugas estaban enterradas? ¡Pues sí se puede! Pero por poco tiempo. La campaña de este año llega a las su recta final. Los pinos devorados por la plaga comienzan a rebrotar en la mayor parte de Catalunya, aunque todavía quedan algunas bolsas y varias zonas de bosque donde claramente se observa la afectación. Si las encontráis, ¡enviádnoslo en fotos a la app-web!

Una procesión que comienza con la Semana Santa y llega ahora a su fin

La procesionaria del pino es una mariposa (Thaumetopoea pityocampa) propia de la zona mediterránea, aunque también se ha encontrado en otros países europeos como Alemania o Bulgaria. En su fase de oruga se instala sobre los pinos, para comerse las hojas e ir creciendo de tamaño. Así podrá completar sus cinco estadios larvarios.

Las orugas de procesionaria permanecen en las copas de los árboles desde finales de verano hasta finales de invierno, refugiadas durante las noches frías en las características bolsas sedosas que ellas mismas fabrican. Estas bolsas son un buen indicativo para saber que el árbol está perdiendo las hojas porque la procesionaria se ha instalado, y si se repite años consecutivos puede acabar debilitándolo. Una vez llega la primavera, o en ocasiones un poco antes, empiezan a bajar de los pinos en fila, formando una característica procesión, y se entierran para hacer la crisálida de donde saldrá más tarde la mariposa.

Aunque ahora ya las orugas están enterradas, los árboles donde han vivido hasta bajar aún muestran los síntomas de la plaga y pueden fotografiarse.