Alerta Nevada
Ayúdanos a saber dónde hay árboles caídos por #Nevada y cuán afectado ha quedado el bosque.
¿Cómo debe ser la foto que nos envíes?
Si sigues las siguientes recomendaciones en el momento de hacer las fotos, tus observaciones serán de mucha utilidad para nuestra investigación:
- Cuando encuentres un bosque con árboles derribados por la nieve, activa el GPS del móvil. Si no quieres o no puedes activarlo, siempre puedes localizar después el punto sobre el mapa.
- Haz una fotografía de paisaje, donde se vea todo un bosque con árboles derribados por el peso de la nieve o una avalancha. No nos interesan los árboles que hayan sido talados por los equipos de trabajos forestales.
- Por defecto, haz la foto horizontal.
- Sólo si consideras que una foto vertical ayudaría a ver mejor el alcance de la afectación, hazla en este sentido.
- Abre el web-app para entrar los datos, escoge la alerta Nevada y sigue las instrucciones para subir tu observación. Si tienes dudas de cómo hacerlo, consulta nuestras instrucciones.
-
Para valorar el grado de afectación deberás escoger a cuál de estas imágenes se parece más el bosque que estás observando.
Afectación muy alta
El 90% de los árboles han sido abatidos por la nieve.
Afectación alta
El 60% de los árboles han sido abatidos por la nieve.
Afectación moderada
El 30% de los árboles han sido abatidos por la nieve.
Afectación baja
El 10% de los árboles han sido abatidos por la nieve.
Cada bosque tiene sus características y puede que, en algunos casos, resulte más difícil escoger a qué imagen se parece más tu observación. Si contemplas un trozo de bosque aproximadamente como el que ves en el dibujo, tu valoración será muy útil, aunque no sea exacta.
-
Los daños por nevada suelen producirse en zonas donde este fenómeno meteorológico no es habitual. Los bosques de alta montaña de los Pirineos y montañas prepirenaicas no se ven tan afectados porque están más adaptados. En cambio, en los bosques de las montañas medias del litoral y prelitoral el peso de la nieve sobre las copas de los árboles puede provocar que se rompan ramas e, incluso, se descabece el árbol entero.
Las nevadas húmedas, aquellas en que la nieve se mezcla con agua, son las que suelen hacer más daño a los bosques, porque el peso de la nieve es más elevado. En Cataluña hubo un temporal de este tipo el 26 de diciembre de 2009, que afectó de manera muy intensa la comarca gerundense de la Alta Garrotxa y el Parque Natural de la Zona Volcánica. Se calculó que la nieve había devastado 16.500 hectáreas de bosque, principalmente de encinas y otras frondosas.
Aparte de la alarma social que generan las nevadas, también generan preocupación en el sector forestal por dos motivos:
- Porque pueden devastar grandes extensiones de bosque en muy poco tiempo.
- Porque generan mucha madera muerta de golpe, que puede favorecer la proliferación de algunas plagas forestales (como los escolítidos) que se pueden propagar a los bosques sanos vecinos.
Aún hay cuestiones que no conocemos bien sobre los eventos climáticos extremos y sus consecuencias. Por un lado, todavía no hay suficientes evidencias científicas que indiquen que las nevadas fuera de temporada puedan atribuirse directamente al cambio climático. Por otra parte, no se conoce cuál es la arquitectura idónea que deben tener las copas de las diferentes especies de árboles y bajo qué condiciones pueden ser más resistentes a las nevadas. Tampoco conocemos qué tipo de gestión forestal podría mejorar la resistencia a la nieve de estos árboles. Es imprescindible recoger más datos para comprender bien por qué y cómo afectarán las nevadas en los bosques a medio y largo plazo.
-
La información que obtendremos con vuestras observaciones (donde ha habido daños por nevadas y como afectado está el bosque) se combinará con datos del tipo de gestión, datos meteorológicos (precipitación, temperatura, velocidad del viento), mapas topográficos y otras fuentes de información, con las que elaboraremos modelos. Esto nos permitirá responder algunas preguntas dentro del contexto actual de Cataluña, como por ejemplo:
- ¿Las afectaciones mayores se dan en zonas bajas o de montaña?
- ¿La gestión forestal previa ha tenido algo que ver?
- ¿Qué especies de árboles y tipologías de bosque son más resistentes?
- ¿Qué arquitectura de la copa hace más resistente al árbol frente la nevada?
- ¿Cómo se recupera el bosque después de las nevadas?
Cuando tengamos datos recogidos de varios años podremos tratar la información teniendo en cuenta cómo se prevé que cambie el régimen de nevadas extremas. Con ello, podremos predecir el impacto de la afectación por nevadas en los bosques catalanes para las próximas décadas y responder a preguntas tales como:
- ¿Qué proporción de los bosques catalanes podría verse afectada?
- ¿Es más probable que haya afectaciones severas en las comarcas del norte o del sur?
- ¿Y en el interior o en la costa?
Conocer toda esta información será muy útil para planificar la gestión forestal preventiva y aumentar la resistencia del bosque a las nevadas.
Más información sobre las nevadas
En Europa, varias nevadas han afectado últimamente a considerables extensiones de bosque y han supuesto pérdidas económicas para los propietarios forestales y las administraciones. Una de las más recientes fue en abril de 2017 y afectó muy especialmente el centro y el este de Europa. Países como Alemania, Polonia, Rumania, Ucrania o Moldavia, por ejemplo, se vieron intensamente impactados.
A pesar de estos episodios, todavía hay bastante incertidumbre sobre cómo cambiará la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos como consecuencia del aumento de la temperatura del planeta. El caso de las nevadas no es una excepción y, a pesar de que se van acumulando más y más evidencias que relacionan el número y la intensidad de los episodios con el cambio climático, hay que considerar también otros aspectos como las características del bosque, la localización geográfica y la topografía para determinar el daño causado por las nevadas.
El efecto de las nevadas puede ser más devastador cuando se producen fuera de la temporada habitual. Es por este motivo que en primavera las nevadas son más preocupantes y que, además, si se trata de nieve húmeda pueda producir más destrozos.
El abandono del bosque desde hace décadas ha propiciado la aparición de masas de árboles jóvenes, delgados y muy apretados, sobre todo en pinares de pino carrasco, y esto puede agravar aún más los efectos de las nevadas. Si no se van haciendo aclaradas de vez en cuando, crecen mucho en altura pero no en espesor, y esto los hace especialmente inestables y vulnerables a la acción de una nevada. También las antiguas dehesas abandonadas con robles, encinas o alcornoques con árboles de copa muy ancha se pueden hender con mucha facilidad por el peso de la nieve.