Este fin de semana se han registrado en Cataluña nevadas en cotas bajas (800-900 metros). Los núcleos de Bagà, Guardiola de Berguedà y Puigcerdá, donde este fenómeno meteorológico es poco habitual en estas épocas del año, se han visto afectados.
Cuando la nevada se produce en la alta montaña de los pirineos y montañas pre-pirenaicas, los bosques no se ven tan afectados porque están más adaptados y son capaces de soportar el peso de la nieve. En cambio, en los bosques de las montañas medianas del litoral y pre-litoral el peso de la nieve sobre las copas de los árboles puede provocar que se rompan ramas y, incluso, se descabece el árbol entero. Esta situación se acentúa si la nevada es abundante y húmeda, porque el peso de la nieve es más elevado. El efecto puede ser todavía más grande si el árbol es un caducifolio y ha empezado a sacar las hojas.
Las nevadas a cotas bajas generan preocupación porque pueden producir grandes daños en amplias extensiones de bosque en muy poco tiempo. Por ejemplo, en Cataluña, sobre todo en la comarca gerundense de l’Alta Garrotxa y el Parque Natural de la Zona Volcánica, hubo un temporal de este tipo el 26 de diciembre de 2009. Se calculó que la nieve había afectado 16.500 hectáreas de bosque.
Otro problema es que generan mucha madera muerta de golpe, lo que puede favorecer la proliferación de algunas plagas forestales, como los escolítidos, que se pueden propagar a los bosques sanos vecinos.
Alerta Forestal también hace el seguimiento de los efectos de estas nevadas y desde nuestro equipo os animamos a estar atentos y participar en Alerta #Nevada durante el mes de abril. Así, podremos conocer el grado de afectación de nuestros bosques después de este tipo acontecimiento.