Las orugas de procesionaria ya están bajo el suelo este mes y los árboles empezarán a rebrotar pronto. Nos quedan por delante un par de semanas claves para acabar de recoger observaciones y poder evaluar la afectación por procesionaria este año en los bosques de Cataluña.
Hasta ahora hemos recibido 336 observaciones! Desde nuestro equipo agradecemos vuestra colaboración y os animamos a estar atentos y a enviarnos las últimas fotos de bosques afectados por procesionaria a través de nuestra app móvil o la web-app.
La campaña de la procesionaria empieza en invierno y acaba en primavera
En invierno, cuando empieza el frío, las orugas hacen las típicas bolsas blancas en las copas de los pinos, donde se refugian para soportar las bajas temperaturas. En esta fase, las orugas se comen las hojas de los árboles y observamos paisajes cubiertos de puntitos blancos y la pérdida de hojas en los bosques.
Al final del invierno y durante la primavera empezamos a observar las procesiones características de esta oruga para enterrarse, bajo el suelo harán la crisálida de donde saldrá la mariposa cuando haya condiciones idóneas en verano.
Si la procesionaria reproduce su ciclo con normalidad, los árboles pueden recuperarse de la afectación causada por la oruga. El problema es que con el cambio climático ha habido un aumento de la temperatura y una explosión demográfica de este lepidóptero. Si la oruga ataca años consecutivos a los mismos árboles podrían acabar muriendo o debilitándose y ser atacados por una otra plaga.
En este contexto es muy importante hacer el seguimiento de la plaga. Con este objetivo, desde el proyecto de ciencia ciudadana “Alerta Forestal”, lanzamos la campaña de recogida de fotografías de paisajes afectados por procesionaria en Cataluña. Todas las observaciones las utilizamos para evaluar su impacto en Cataluña y están disponibles a nuestro mapa de alertas.