Vamos de excursión por el paisaje mediterráneo. Caminamos rodeados de pinos, pero cuando queremos saber de qué especie se trata nos volvemos “locos” para identificarla.
Desde Alerta Forestal hemos elaborado una guía y una infografía comparando las características particulares de las especies de pino peninsular. Fijarnos en las piñas, las hojas (acículas), la corteza o los piñones pueden ayudarnos en la difícil tarea de identificarlos.
En el paisaje peninsular podemos identificar seis especies: el pino salgareño (Pinus nigra subs. salzmannii), el pino carrasco (Pinus halepensis), el pino marítimo (Pinus pinaster), el pino albar (Pinus sylvestris), el pino piñonero (Pinus pinea) y el pino negro (Pinus uncinata).
También podemos encontrar en los jardines especies introducidas como el Pinus radiata y el Pinus canariensis. Estas especies las identificaremos fácilmente porque, a diferencia de los autóctonos, tienen las acículas dispuestas de tres en tres. En este post nos centraremos sólo en las especies peninsulares.
Una de las características que más nos puede ayudar a identificar las especies son las piñas. Si no las vemos en el árbol, búscalas en el suelo, cógelas y obsérvalas detenidamente.
Si vemos un árbol muy cargado de piñas probablemente estamos ante un pino carrasco, puesto que sus piñas no caen al madurar. Además, veremos que la piña tiene la cola (pedúnculo) curvada. Podemos diferenciar el pino carrasco del pino marítimo, porque el pino marítimo tiene la piña más grande de todas. En cuanto a las piñas del pino piñonero, éstas son más redondeadas y es la única piña que no tiene pedúnculo. Además, sus piñones no tienen alas (las alas de los piñones sirven para que la semilla se transporte) como en el resto de especies, tienen un caparazón duro y son muy cotizados en nuestra cocina. Las piñas del pino salgareño, el pino albar y el pino negro son las más pequeñas. Para diferenciar entre la piña del pino salgareño y el pino albar tenemos que fijarnos en el pedúnculo: el del pino salgareño es muy corto y el del pino albar, además de ser corto, es curvado. Por último, si vemos una piña muy asimétrica que se parece a un erizo, indudablemente pertenece al pino negro.
Si mirando solo la piña todavía tenemos dudas para identificar la especie, podemos fijarnos en otro rasgo visible: las hojas.
Tanto el pino albar como el pino salgareño y el pino marítimo tienen franjas blanquecinas en las hojas. Pero hay un truco para diferenciarlas: las hojas del pino albar son más pequeñas, retorcidas y de un color azulado. En cuanto a las hojas del pino salgareño se pueden diferenciar porque pinchan y son más gruesas que las del pino piñonero. Si la hoja no tiene franjas blanquecinas y podemos hacer un nudo con ellas, pertenecen a un pino carrasco, que tiene hojas muy flexibles. Por último, las hojas del pino negro son pequeñas como las del pino albar, pero no tienen el color azulado y son bastante densas.
Otro rasgo distintivo es la corteza. La más característica es la del pino piñonero, el pino salgareño y el pino albar. Si observamos una corteza agrietada con placas muy grandes, se trata del pino piñonero. Pero si la corteza se asemeja a un papel con un color gris-plateado, probablemente tenemos enfrente de un pino salgareño. Por último, si el tronco tiene un aspecto escamoso y un color anaranjado, probablemente es un pino albar. El resto de especies son algo más difíciles de identificar a través de la corteza.
Por último, no es muy fiable identificar los pinos a través de su copa, porque su forma depende de las condiciones bajo las que han crecido los árboles. Las únicas que nos pueden dar pistas es la copa del pino carrasco, que es irregular, y la del pino piñonero, una copa ancha con forma de paraguas.
Esperamos que con la ayuda de esta guía e infografía seáis capaces de identificar las especies de pinos con más facilidad.