Como cada año, después de los turrones, los barquillos y el roscón de reyes llega la temporada de afectaciones por procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) en los bosques de Cataluña. Normalmente, durante esta época y en las siguientes semanas las orugas de procesionaria se encuentran en los estadios 4 y 5 de su metamorfosis. Dicho de otro modo, la procesionaria suele desarrollar pelos urticantes, estructurar sus nidos en forma de bolsa y defoliar más intensamente los pinos desde finales de año hasta principios de febrero. Lo que no es nada habitual es que, antes de habernos comido los 12 uvas de Fin de Año, las orugas de este lepidóptero ya estén bajando de los árboles en procesión. Sin embargo, hemos iniciado el año 2023 con observaciones de procesiones de esta plaga forestal en 8 comarcas catalanas.
El voluntariado de AlertaForestal siempre está muy atento a la aparición de afectaciones forestales por procesionaria, puesto que durante los años más prolíficos ha llegado a comportar más de 350 observaciones en el proyecto. Esta participación masiva es muy importante para el equipo científico que hay detrás porque, como comentaba el investigador Quim Canelles en una entrevista, «las observaciones de AlertaForestal nos permiten estudiar el movimiento de la procesionaria en Cataluña«. No sabemos si este año habrá mucho movimiento o muchas afectaciones sobre los bosques, ya que todavía es demasiado pronto para realizar una valoración, pero lo que sí parece evidente es que se ha avanzado el ciclo de la procesionaria del pino en Cataluña. Aunque normalmente las primeras procesiones de las orugas suelen producirse entre finales de enero y principios de febrero, este año tuvimos su primera notificación el 12 de noviembre en Prades (Baix Camp). Nos la hacía llegar Jordi López-Pujol a través de iNaturalist y nos mostraba su perplejidad. «La recuerdo perfectamente y puedo aseguraros que tanto la fecha como la localización son correctas. Me sorprendió mucho verlas en procesión en esa fecha. Hay que tener en cuenta que Prades es la localidad más fría de la provincia de Tarragona» afirmaba.
La procesionaria, como especie autóctona perfectamente integrada en el ecosistema forestal catalán, es la oruga más deseada por decenas de especies mediterráneas de pájaros, mamíferos, insectos e incluso hongos. Este inicio de año, también lo ha sido para un puñado de voluntarios y voluntarias de AlertaForestal. Jordi fue el primero de un constante goteo de ciudadanos y ciudadanas que nos han ido descubriendo el avance fenológico de las procesiones de orugas de esta mariposa nocturna. Llegados a mediados del mes de enero, cuando todavía no debería haberse visto ni la primera de estas hileras de orugas en condiciones normales, ya se han citado en las comarcas del Baix Camp, el Solsonès, la Noguera , la Vall d’Aran, Osona, el Ripollès y la Selva.
Aunque sea muy interesante seguir la evolución del avance fenológico de esta especie, cabe recordar que el proyecto AlertaForestal está dedicado a seguir el estado de salud de los bosques y, por tanto, a su aplicación sólo se deberían notificar las afectaciones forestales por esta especie. Es decir, sólo deben enviarse fotografías de pinares con pinos defoliados, no de las orugas o sus procesiones. Además, cabe recordar que estas aportaciones se pueden realizar desde la aplicación móvil o desde la aplicación web, así como tomando las imágenes con drones. Si queréis notificar el adelanto fenológico de la especie debida al aumento de temperaturas por el cambio climático, os recomendamos que nos las enviéis por redes sociales (Instagram o Twitter) o que lo notifiquéis al observatorio ciudadano RitmeNatura, otra iniciativa de ciencia ciudadana del CREAF dedicada a la observación de las consecuencias del cambio climático sobre los ciclos biológicos de animales y plantas.
Parece, pues, que este año la procesionaria lleva prisa y está desfilando antes de tiempo, mucho antes de Semana Santa. Por tanto, este año nos llegarán los panellets con estas orugas en la siguiente fase, la de entierro, que precederá su reaparición en forma de mariposa nocturna adulta.